sábado, 10 de octubre de 2015

La adicción al ejercicio y la vigorexia, dos peligrosos desconocidos.

Cuando hablamos de ejercicio y actividad física, normalmente se nos viene indirectamente a la cabeza la palabra salud. Obviamente, está relacionado ya que dentro de unos parámetros y siguiendo la planificación y las técnicas adecuadas, la actividad física va a mejorar nuestra calidad de vida.
Pero como todas las cosas de esta vida, en exceso puede llegar a ser peligroso. El boom de las actividades dirigidas, ha provocado la masificación de los centros de fitness, al ser actividades coreografiadas, con música y en grupo, estas suelen gustar mas a la población que el tradicional entrenamiento de pesas. ¿Donde está el límite entre la salud y la adicción?

La adicción a la práctica de ejercicio representa una condición en la que una persona se involucra en la práctica de un ejercicio “excesivo”  Coverley Veale, 1987.

Visto desde el ámbito del rendimiento, es normal ver personas realizando largas jornadas de entrenamiento,en ese caso estaríamos hablando de un profesional o semi-profesional (Véanse los nadadores y sus largas sesiones de entrenamiento tanto dentro como fuera del agua), pero dentro del ámbito del wellness o el fitness, tener el hábito de dedicar mas 3 horas de media diarias a la actividad física podría ser un síntoma de clara adicción al ejercicio.

Esta condición, puede llegar a ser peligrosa, ya que el sujeto en cuestión, además de poner en riesgo su salud por las lesiones que se pudieran causar (además de una mayor activación del SNS) también puede hacer que las relaciones sociales del individuo vayan en decrecimiento debido al gasto excesivo de tiempo dedicado a la actividad física.

Es por esto que los profesionales del fitness, debemos prestar atención a los usuarios de nuestros centros, observando quienes pueden ser clientes potenciales a desarrollar adicción a la actividad física, y aconsejar al igual que hacemos cuando vamos a preescribir un plan de entreno o al alentar a alguien para probar una nueva clase.

Aun así, no debemos confundir la adicción al ejercicio con la vigorexia, ya que, aunque esta acarrea también una adicción al ejercicio, es un concepto bien distinto. Esta condición es aquella en la que el sujeto, aun manteniendo un buen estado de forma y un buen físico, cree estar débil/fuera de forma, llevándole esa  visión de si mismo o pensamiento a querer ganar mas masa muscular. Además de la adicción y la ''obsesión'' por ganar mas músculo, la vigorexia va acompañada de un trastorno alimenticio en el que la persona afectada modificará su dieta hasta un punto obsesivo, además de una alta probabilidad de terminar consumiendo esteroides anabólicos.

Quizá a simple vista, no parezcan problemas graves, pero realmente lo son, además ambas condiciones suelen tener relación con otro tipo de problemas y pueden acarrear desde pequeñas lesiones de tipo muscular en el mejor de los casos, hasta un fallo renal agudo en el peor de los casos. Debemos ser conscientes de que la actividad física debe ser un complemente mas en nuestra vida dedicado a la mejora de nuestro estado físico y mental, y no al contrario. 

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